Russell Crowe ha dado vida a unos cuantos personajes basados en personas reales en la gran pantalla. Su último proyecto supone uno más que añadir a la lista. El exorcista del Papa, el filme de terror dirigido por Julius Avery, llega a los cines el 5 de abril y, aunque el actor se tomó algunas libertades para interpretar este papel, también se empapó de lo que hizo su personaje en vida. 

El exorcista del Papa está inspirada en el trabajo del padre Gabriele Amorth, un polémico sacerdote italiano que ejerció de exorcista en la diócesis de Roma. Falleció en 2016 y, entre sus comentarios más controvertidos, están los de que Harry Potter y el yoga son satánicos y que Adolf Hitler estaba poseído. Pero en su versión cinematográfica, Amorth se adentra en un peligroso exorcismo ambientado en España y en una iglesia en la que, en el pasado, ocurrieron sucesos demoníacos. 

«No es que los encuentre más interesantes, pero puede ser extremadamente retador y puede ser satisfactorio si sientes que te acercas a representar a la persona», cuenta Crowe en SensaCine sobre dar vida a personajes basados en personas reales. «Es muy interesante, pero no creo que lo pusiera por encima de personajes de ficción como Maximus», añade haciendo mención a su papel en Gladiator, filme por el que ganó el Oscar en 2000.

Crowe reconoce que se documentó, pero no lo llevó todo al pie de la letra: «Me tomé algunas licencias poéticas. Leí mucho y hablé con gente». Entre esas personas con las que se reunió está un hombre que acompañó a Amorth en sus rituales. 

Como explica el actor: 

Tuve la increíble oportunidad de sentarme y hablar con el hombre que hizo unos 160 exorcismos con el padre Amorth. Así que aprendí de primera mano cuáles eran sus oraciones preferidas

«Tras conocer más sobre estas prácticas, Crowe descubrió que no eran cosas sencillas de llevar a cabo. «Cuando hablas de exorcimos… No es algo simple, es un guion escrito y puede ser bastante largo. Hay diferentes etapas. Sí, me informé sobre todo eso, pero tanto como ir e intentar hacer un exorcismo…Probablemente solo aprendí lo que necesitaba aprender».

Pero no todo fue empaparse de exorcismos. También sobre la personalidad de Amorth. Crowe descubrió que era un hombre con sentido del humor, algo que aparece reflejado en la película. «Había dos cosas sobre el padre Amorth. Una: la pureza de su fe. La otra es su sentido del humor. Si lo piensas, siempre está hablando con gente que está afligida. Habla familias que están en lugares muy oscuros. Y él intenta llevarles a la luz. Tiene este sentido del humor muy tonto», afirma. 

Como añade: 

Quería llevar eso a la pantalla y creo que eso está definitivamente presente en la película. Creo que de una forma divertida, en contraposición con esta narrativa que la rodea. Creo que es un buen alivio para el público.

Vía: Sensacine