Guerras como la de Ucrania se podrían prevenir gracias a la IA, aunque parezca imposible
A principios de este mes de abril, 30 científicos de todo el mundo se reunieron en Ginebra para discutir sobre el uso de la inteligencia artificial para anticipar conflictos susceptibles de causar guerras. Fue la primera tanda de una serie de reuniones con las que esperan poder obtener un algoritmo que prediga este tipo de eventos con años o incluso décadas de antelación. Aún falta un tiempo para que ocurra, pero los investigadores son optimistas al respecto.
Sería la otra cara de algo de lo que se ha hablado mucho últimamente: el potencial de la inteligencia artificial para crear conflictos. Ya en 2014, el filósofo experto en ética de la IA Nick Bostrom planteó una hipótesis en la que hablaba sobre esto. En ella se señalaba que una inteligencia artificial diseñada para fabricar el mayor número posible de clips sería capaz de aniquilar la humanidad. Era solo una hipótesis, pero recientemente en China han demostrado que podría no ir tan desencaminado. Decidieron dejar una IA al mando de uno de sus satélites de observación y esta se centró en lugares del mundo con un historial de conflictos bélicos con el país asiático.
Todo esto plantea la necesidad urgente de establecer de una forma muy clara los objetivos de cada algoritmo de inteligencia artificial. Si estos se dejasen al azar, podrían ocurrir sucesos como el del satélite chino. Además, se señala la importancia de enunciar una legislación suficientemente rígida al respecto. Así, la IA podrá usarse en su cara positiva. No solo puede provocar guerras, también puede prevenirlas. Y está claro que esa es la cara que debería interesarnos.
Vía: Hipertextual